Renzo Celis, director asociado de Accenture Song Chile.
En la economía de la atención, el video ya no es un formato más: es el canal dominante en las decisiones de compra, la inspiración cotidiana y la interacción con las marcas. Desde los reels hasta el live commerce, se ha transformado en la herramienta más poderosa para generar conexión emocional y conversión directa.
Según nuestro estudio Life Trends 2025, un 68% de las personas se comprometería más con marcas que las educan a través de videos o blogs. El video se ha consolidado como el principal canal de comunicación para aprender, comprar y confiar.
El video shoppable es la evolución natural del spot: no sólo cuenta una historia, sino que permite comprar sin salir del contenido. Este formato impulsa la conversión y mide resultados en tiempo real.
El auge del retail media, el consumo en vivo y los videos cortos con función de compra integrada son una clara señal de que el video ha dejado de ser contenido para convertirse en canal de venta.
Las búsquedas de videos también están evolucionando. Los modelos de búsqueda generativa se nutren de apis que rastrean las páginas de resultados de los buscadores tradicionales. Por ende, integran cada vez más fragmentos audiovisuales que ya están funcionando para los usuarios asociándose a consultas específicas.
Entonces, un video bien optimizado semánticamente puede aparecer en YouTube, en Google e incluso como snippet en estos nuevos modelos, haciendo un buen SEO, implica ser citado también en los nuevos buscadores.
El “reinado” del video no está exento de desafíos. Según el mismo estudio, el 32,6% de los encuestados ha sufrido estafas vinculadas a contenido falso o deepfakes, lo que ha llevado a que un 59,9% cuestione la autenticidad del contenido online más que antes.
Por eso, en esta nueva era del contenido, la autenticidad no es un valor blando: es un requisito comercial. Las marcas deben generar confianza, ser transparentes sobre el uso de IA y proteger la experiencia del usuario en cada interacción digital.
No basta con producir más videos, se trata de crear experiencias significativas, conversacionales, útiles. Las marcas que enseñan, conectan. Y las que conectan, venden. Esa es la ecuación ganadora del contenido en video en 2025.





