Caso de éxito por Nicols Fierro, brand planner de Inbrax, empresa socia de la AMDD.
Mientras Nicolás Jarry disputaba el Chile Open, fuera de la cancha se jugaba otro partido que buscaba potenciar la electromovilidad en Chile. BYD, junto con Inbrax, aprovechó el encuentro deportivo para reforzar su propuesta de movilidad eléctrica a través de un relato que anunciaba la llegada de un futuro más tecnológico a nuestro cotidiano.
La campaña comenzó días antes del ATP de Santiago con un concurso que invitaba a los seguidores a dejar sus mejores arengas para el tenista y ganar entradas dobles. Esta acción sirvió como pre heating y movilizó la conversación que acompañó a Jarry en la previa del torneo. Luego vino un despliegue secuencial —teaser, spot y cápsulas para redes sociales— que profundizaban en la relación entre BYD y la faceta más natural de Nico.
En un entorno donde muchas campañas utilizan a sus rostros como figuras unidimensionales, BYD eligió resaltar la faceta más humana y cotidiana de Jarry. Este giro permitió un match perfecto entre el más reciente lanzamiento de la marca (un SUV híbrido de carácter familiar) y el perfil del deportista, quien ya no solo era tenista, sino también esposo y padre.
A diferencia de la presentación oficial del rostro hace un año, esta vez se dejó atrás al Jarry inalcanzable para revelar a un Nico cercano con el que la audiencia se podía identificar.
Gracias a esto, BYD e Inbrax lograron una presencia orgánica en la conversación deportiva, demostrando que la mejor manera de conectar es con una historia real y simple.
