¿Cómo hacer que los chilenos conocieran y aprovecharan una ley que permite acceder a medicamentos con hasta 80% de descuento? La Ley CENABAST estaba vigente, pero no tenía la visibilidad necesaria.
En VML entendieron que esto no iba sólo a comunicar un beneficio y apuntar a un mayor uso. La empatía sería clave para conectar de verdad, hablaría de las personas y sus realidades.
El 30% de los pacientes crónicos en Chile abandonaba sus tratamientos por razones económicas. Existe el miedo paralizante que acompaña un diagnóstico: no sólo el dolor físico, sino también la incertidumbre. ¿Cómo convertir esa parálisis en movimiento?
VML exploró, entre las dolencias cubiertas por la ley, la artritis reumatoide. El hallazgo fue que existe una terapia que utiliza plastilina como ejercicio fisioterapéutico para mantener de mejor manera la movilidad en las manos. Esta se convirtió en el eje narrativo y técnico de la campaña.
Creó Don’t stop motion, un cortometraje donde cada figura fue moldeada por pacientes y que no sólo contaba una historia, sino que formaba parte de su tratamiento. Cada cuadro de la animación representaba un pequeño triunfo sobre la inmovilidad. Cobraba especial relevancia tanto el contenido del cortometraje junto el behind the scenes como parte de una idea 360º en proceso y ejecución.
La protagonista de la historia, Norma, una profesora de manualidades con artritis, encuentra en la plastilina su terapia y su redención profesional. El relato establece un paralelo potente: así como el acceso al tratamiento permite a Norma recuperar movilidad, conoce también la Ley CENABAST.
Este enfoque empujó los resultados, generando un aumento radical en las visitas al sitio con la incorporación de un QR en las piezas, aprovechando al máximo el uso de los medios y el PR. Los medios ganados (earned media) superaron los US$ $200.000.
Por otro lado, las búsquedas activas de medicamentos asociados mostraron un peak histórico. El impacto fue tan significativo que numerosas farmacias decidieron sumarse a la iniciativa tras la campaña, expandiendo la red de establecimientos adheridos.
Este círculo virtuoso –más visibilidad, más farmacias suscritas, mayor venta de medicamentos– amplió significativamente el acceso a tratamientos asequibles para miles de chilenos.
Don’t stop motion fue reconocida con un bronce en Cannes Lions, plata en Effie LATAM, oro en Effie Chile, tres bronces en el Ojo de Iberoamérica y otro oro y dos nronces en los IAB Mixx, entre otros premios.





