Del CRM a los agentes autónomos: el futuro del marketing es autoadaptativo

Carlos Hetzel, Niche sales capture senior manager de Accenture Chile.


La automatización del marketing digital ha evolucionado mucho más allá de las simples campañas programadas o los flujos de CRM tradicionales. Hoy estamos presenciando el surgimiento de una nueva era: entornos autoadaptativos, donde agentes autónomos de inteligencia artificial (IA) entrenan, aprenden y responden en tiempo real a los comportamientos del consumidor.

En lugar de programar reglas rígidas, el nuevo rol del marketero es entrenar sistemas. Los agentes de IA generativa no sólo optimizan contenidos, sino que diseñan creatividades, ejecutan campañas, ajustan precios, gestionan el journey del cliente y predicen su próximo paso. 

El punto de inflexión está en la capacidad de estos sistemas para operar sobre un digital core componible, como lo define Accenture en su informe Technology Vision 2025.

Este núcleo digital permite integrar datos, procesos y servicios de distintas plataformas (CRM, e-commerce, analítica, redes sociales, etc.) para componer experiencias únicas e hiperpersonalizadas. ¿El resultado?, experiencias de marca que se diseñan y escalan en minutos, no en semanas, y que se ajustan dinámicamente al contexto, sin necesidad de intervención manual.

Con la IA como motor, los equipos de marketing pueden pasar del monitoreo a la acción instantánea: si un cliente abandona un carrito, el sistema genera una oferta visualmente adaptada a sus preferencias; si detecta intención de compra en otro canal, envía una propuesta sincrónica y contextualizada. Todo, sin intervención humana directa.

Además, el aprendizaje continuo de estos agentes permite que el sistema refine sus estrategias en tiempo real, aprendiendo de cada interacción para mejorar los resultados en el siguiente ciclo. Esto lleva a una mejora sostenida en KPIscomo tasa de conversión, engagement y ROI.

Este modelo exige una nueva mentalidad: dejar de pensar en campañas como eventos aislados y comenzar a diseñar sistemas de aprendizaje continuo. Las marcas que dominen esta lógica no solo destacarán por su eficiencia, sino por entregar experiencias cada vez más relevantes y humanas, a pesar de estar construidas con inteligencia artificial.

La transición del CRM tradicional al ecosistema de agentes autónomos marca el inicio de un nuevo paradigma donde el marketing no sólo es automatizado, sino más inteligente. Y en ese camino, las empresas y marcas que entiendan esta evolución conectarán mejor con sus audiencias y construirán ventajas competitivas sostenibles.