Columna de opinión de Fabián Baldovinos, associate director, monetization practice lead HSA, marketing function lead Chile en Accenture Song.
En un entorno donde las inquietudes sobre la privacidad en línea están en constante aumento, la tokenización se presenta como una práctica esencial para las empresas. El 74% de los CEO a nivel global están preocupados por la capacidad de sus organizaciones para evitar o minimizar el daño al negocio provocado por un ciberataque, según el reciente estudio “The Cyber-Resilient CEO» de Accenture.
En ese sentido, uno de los principales beneficios de la tokenización, que consiste en reemplazar datos de los clientes por tokens o códigos cifrados, es la protección de información sensible. Al compartir números de tarjetas de crédito o registros personales, los usuarios enfrentan el riesgo de robo de identidad. Con la tokenización, se reduce el riesgo al sustituir los datos por tokens únicos y sin valor para posibles ciberdelincuentes.
Además de garantizar la privacidad y cumplir con las regulaciones de privacidad de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, está herramienta también fomenta la confianza de los clientes. Cuando perciben que sus datos están seguros, es más probable que se fíen de una empresa y compartan información necesaria para ofrecerles una experiencia personalizada y relevante.