Martín Andrés, líder de Accenture Song Chile.
Las Fiestas Patrias representan uno de los momentos comerciales más significativos del año en Chile, donde la cultura, la emoción y el consumo convergen con fuerza. Pero también plantean un desafío mayúsculo: conectar con un consumidor cada vez más saturado, escéptico y exigente.
Según cifras de la Cámara de Comercio de Santiago, durante septiembre los hogares destinan más de $200.000 a productos y servicios, con un aumento promedio de gasto del 16 % y alzas que superan el 50 % en carnes o el 40 % en frutas y verduras. En este contexto, la clave no está en hacer más ruido, sino en construir campañas que sean culturalmente relevantes, emocionalmente resonantes y tecnológicamente inteligentes.
Desde Accenture abordamos el marketing estacional con una mirada que cruza datos, tecnología y cultura local. Utilizamos inteligencia artificial generativa para crear mensajes que realmente conecten con la identidad nacional –integrando íconos como el pajarito dieciochero, el pipeño o la fonda familiar–, y herramientas como Derivio o InstructGen para escalar esa personalización sin sacrificar autenticidad.
Según nuestro informe Life Trends 2025, un 60 % de las personas hoy cuestiona la autenticidad del contenido digital y exige más confianza en sus interacciones con las marcas. Por eso, también trabajamos en la construcción de mensajes verificables, transparentes y con propósito, que permitan reconstruir una conexión genuina con las audiencias.
En Chile este enfoque tiene un impacto concreto. Más de un millón de personas salen desde la Región Metropolitana durante las fiestas, generando efectos directos en sectores como el turismo, el consumo masivo y el retail físico y digital.
Por eso, creemos que la relevancia no es sólo cultural, sino también operativa: diseñar campañas omnicanal, orquestadas en tiempo real y alimentadas por datos permite llegar con el mensaje correcto, en el momento preciso, en el canal adecuado. Porque en un entorno donde la atención es el activo más escaso, la mejor campaña estacional no es la que grita más fuerte, sino la que logra ser parte de la celebración de las personas.