Nueva Ley de Datos Personales: el impulso hacia un marketing digital basado en la confianza

Yael Luft, miembro del Consejo de Ética y Autorregulación de la AMDD y CMO de Mentalidad Web escribe sobre la adecuación a la nueva Ley de Protección de Datos en Chile.


La implementación de la nueva Ley de Protección de Datos Personales, inspirada en los más altos estándares internacionales como el GDPR europeo, es un cambio de paradigma que redefine la relación entre las empresas, los datos y las personas. Para la industria del marketing digital, este nuevo escenario plantea, más que un obstáculo, una profunda oportunidad de profesionalización.

El desafío: evolucionar del dato a la confianza

La ley nos obliga a movernos de un modelo de «captura» de datos, a menudo basado en el consentimiento tácito y el uso extensivo de cookies de terceros, a uno de «confianza», basado en el consentimiento explícito, informado e inequívoco.

El principal desafío para las agencias de marketing digital no es técnico, sino estratégico. El cumplimiento no se limitará a añadir un banner de cookies más visible; exigirá una gobernanza y trazabilidad completa del dato: cómo se obtiene lícitamente, dónde se almacena de forma segura, quién accede a él y, fundamentalmente, cómo se utiliza en base al propósito original para el cual fue entregado.

Esto impacta directamente en pilares de nuestra industria como la publicidad programática, el email marketing y las estrategias de lead generation. La gestión de bases de datos heredadas requerirá una revisión meticulosa y la necesidad de excelencia operativa se vuelve primordial para asegurar el cumplimiento.

La oportunidad: la confianza como ventaja competitiva

El principal beneficio de una implementación proactiva es la confianza. Una marca y la agencia que la asesora, que demuestra un respeto riguroso y transparente por la privacidad del usuario, generan un activo intangible invaluable.

En un mercado saturado, la confianza se convierte en el principal diferenciador, fomentando la lealtad y transformando la relación desde meramente transaccional a una de valor compartido.

Además, la ley nos empuja hacia la calidad sobre la cantidad. Nos obliga a sofisticar nuestras estrategias, priorizando el first party data (datos entregados voluntariamente por el cliente) sobre el third party data (datos comprados o inferidos).

Paradójicamente, esto decanta en campañas mucho más eficientes y con mejor ROI, al estar dirigidas a usuarios genuinamente interesados y que han otorgado su permiso de forma consciente.

Preparación y compromiso en Mentalidad Web

En Mentalidad Web entendimos que la anticipación es clave y hemos emprendido un camino robusto para alinear nuestra operación a este nuevo estándar de excelencia. 

Participamos activamente del Consejo de Autorregulación y Ética de la AMDD, contribuyendo a la discusión y adoptando las mejores prácticas de la industria desde su núcleo.

Todo nuestro equipo cursó y aprobó el Curso de Protección de Datos Personales impartido por la misma AMDD, lo que asegura que cada miembro de la agencia opere bajo los principios de privacidad por diseño.

Asimismo, participamos en capacitaciones organizadas por nuestros propios clientes para sus proveedores, entendiendo que la cadena de cumplimiento es tan fuerte como su eslabón más débil.

Finalmente, realizamos un exhaustivo levantamiento de vulnerabilidades internas y de clientes. Este diagnóstico nos ha permitido revisar desde las cláusulas en los contratos hasta el uso diario y el almacenamiento de los datos, identificando brechas y diseñando planes de remediación.

Los desafíos de implementación de la implementación de la nueva Ley de Datos Personales son reales, pero la oportunidad de construir una industria más transparente, ética y, en última instancia, más efectiva, es mucho mayor. En Mentalidad Web estamos convencidos de que el futuro del marketing no se basa en cuántos datos acumulamos, sino en qué tan bien los protegemos.