Sergio Araya, head of art & creative de BBDO Chile, escribe sobre cómo la disrupción creativa será una de las tendencias del 2026.
La creatividad ya no será solo una buena idea, sino la habilidad de explorar muchas ideas en muy poco tiempo. La inteligencia artificial (IA) transforma procesos de días en minutos y permite testear rutas creativas simultáneas con un par de clics, entregando respuestas en 0,3 segundos como si se riera sutilmente de nuestra inteligencia humana.
Pero no todo es tan mágico. La IA está diseñada para optimizar, no para sentir. Su eficiencia casi perfecta también deja ver su límite: puede analizar patrones, pero no experimentar emociones como lo haría una persona común. No todo es data.
Y es justamente en ese territorio indomable, el not-data, donde habita lo que ningún algoritmo puede intuir ni convertir en respuesta: la emoción humana que no cabe en un prompt.
Ahí es donde aparece nuestro verdadero rol. Tu criterio, tus errores, tus aciertos, tu historia… eso se vuelve diferencial. La IA puede acelerar ideas, pero eres tú quien decide cuál tiene chispa. Esa mezcla entre intuición humana y velocidad algorítmica es la que permite conectar de verdad con la gente: inspirar, emocionar y abrir nuevas visiones.
Al final, seguimos siendo nosotros quienes guiamos la conversación. La IA propone rutas y uno evalúa si seguirlas o tomar otro camino. Esa agilidad artificial seduce fácilmente al ansioso, pero también potencia al apasionado: le permite ver lo que antes no veía, probar más rápido, encontrar soluciones más efectivas.
Porque quizá la mejor creatividad no está en lo que la IA puede hacer, sino en lo que todavía no le hemos pedido. Ese misterio infinito es el que muchos persiguen cada día: poniendo a prueba la data, exprimiendola hasta el límite, sin quejarse y sin cansarse… como si del otro lado del prompt una ironía persistiera.
Quizás, en ese frío servidor, la próxima gran idea ya existe. Solo espera que alguien se atreva a escribirla en la insípida barra de texto. En ese clic, piénsalo, no es la herramienta, es tu humanidad lo que hace la diferencia.





